
En la dilatada historia del cómic, pocos personajes nacidos de este medio han sido tan repudiados, vilipendiados y subestimados como el rey de los mares: Aquaman.
Nacido de las mentes de Paul Norris y Mort Weisinger, tuvo su primera aparición en el More Fun Comics nº 73 (Noviembre de 1941). Durante casi toda su andadura, se ha mantenido en un discreto segundo plano, apareciendo en aventuras protagonizadas por otros héroes, ya que Aquaman tiene el dudoso honor de ser uno de los personajes con mayor número de series canceladas.
Y yo me pregunto, ¿a qué se debe esta falta de interés por un personaje que, en mi opinión, tiene tanto que ofrecer? Mucha gente lo achaca a que los poderes del rey de los mares son inútiles en comparación con los de compañeros superhéroes como por ejemplo Superman, pero indaguemos en este asunto y veremos que es un error: Cierto es que la telepatía con las criaturas marinas no le sirve de mucho en tierra firme, pero posee otras muchas habilidades que no se le tienen en cuenta. Por ejemplo, debido a su constitución física, es capaz de nadar a grandes velocidades, de soportar las presiones oceánicas y es casi inmune a las más bajas temperaturas. Estos mismos poderes se traducen en tierra firme en superfuerza, agilidad e invulnerabilidad. No en vano es, tras Superman y posiblemente Wonder Woman, el miembro más poderoso de la Liga de la Justicia. Además, al poseer una mano mágica recientemente otorgada, es bastante capaz de derrotar a Superman en combate, si se lo propone.

En conclusión, solo puedo decir que Aquaman es un gran personaje que no se merece el ostracismo al que le han condenado durante tantos años. Dadle un buen guión y facilmente puede convertirse en un superventas.
Todo queda en manos de DC ...
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