La película transcurre durante la Segunda Guerra Mundial en la Francia ocupada por los nazis, y aquí acaba toda similitud con la realidad, ya que Tarantino ha optado por pegarle una patada a los libros de historia y de esta forma tener total libertad, sin tener que ceñirse a los hechos históricos. Así, nos encontramos con un batallón norteamericano (Los Bastardos), liderado por el teniente Aldo Raine, cuya misión consiste única y exclusivamente en matar a cuanto nazi se les ponga por delante, metiendo el miedo en el cuerpo a todo el Tercer Reich. Sin entrar a destripar la película, se puede decir que Malditos Bastardos es una película de Quentin Tarantino de principio a fin, llena de largas escenas de conversación, violencia bastante cruda y homenajes a las cintas clásicas del género bélico (Los Violentos de Kelly, Doce del Patíbulo, Uno Rojo: División de Choque...) y a los westerns de Sergio Leone.
Pese a que las escenas de acción pueden contarse con los dedos de una mano, lo cierto es que están muy bien realizadas y hacen las veces de paréntesis entre tanta escena de conversación tensa. Además, el film viene acompañado por una buena banda sonora compuesta por temas clásicos de algunos de los compositores favoritos del director, como Lalo Schifrin y Ennio Morricone.
Resumiendo, Malditos Bastardos resulta ser una más que disfrutable fábula bélica con el toque Tarantino y un reparto muy sólido. Un divertido viaje a un pasado reinventado lleno de homenajes, personajes memorables y mucha, muchísima mala leche. Claramente, una de las películas imprescindibles de este año.
1 comentario:
Ave
Lo mejor de la peli para mí: Hans Landa. Hacía tiempo que no me divertía tanto con un “villano”. Educado y cortés, de fluida conversación… pero letal como la viruela el cabronazo. No le invitaría a tomar ni un vaso de leche ;).
Publicar un comentario