jueves, 5 de julio de 2007

Crítica: Transformers

Ya tenemos en nuestras pantallas la que sin duda es la película del verano. Sólo lleva 2 días en exhibición y ya es número 1 rotundo en USA y, por supuesto, en nuestro país. Está claro que Transformers ha levantado una gran expectación, ¿pero está justificada? ¿no será otro fiasco como la reciente Spider-man 3? Bien, hagamos un pequeño análisis.

Todo el mundo ha tenido alguna vez contacto con Transformers, por pequeño que este sea. Muchos hemos tenido las figuras transformables, hemos visto la serie original y sus derivados e incluso hemos leído sus cómics. Por lo tanto, teniendo en cuenta la premisa original, queda patente que una película basada en ella no puede ser sino puro entretenimiento y escapismo. En este sentido, el film cumple perfectamente su cometido, pues la trama no es más que una excusa para el lucimiento de los robots y sus espectaculares peleas.

El aura de "película palomitera" que desprende Transformers queda reforzada al hablar de su director, Michael Bay. Responsable de taquillazos tan sonados como Armageddon o Pearl Harbor, Bay ha conseguido trasladar a los míticos robots a la gran pantalla conservando la esencia de la serie de los 80, modernizándolos para que gusten a las nuevas generaciones. Un trabajo notable, que da como resultado una de las películas más redondas de este realizador. Cierto que sus filmes no suelen sobresalir por la complejidad de sus guiones o la intensidad de sus interpretaciones, pero cuando hablamos de espectáculo cinematográfico, Michael Bay es y siempre será piedra angular.

Uno de los aspectos más flojos de la cinta es sin duda el de las interpretaciones. Tanto Shia LaBeouf, Tyrese Gibson, Josh Duhamel como el resto del reparto se limitan a soltar sus frases (algunas de ellas geniales, pero la mayoría incoherentes) y a dejar todo el peso del film en Optimus Prime y su banda. Mención aparte merece sin duda Megan Fox, por razones que no explicaré ya que son más que evidentes (auuuuuuuuuuuuuuuuuuh !!!)

Ahora bien, donde Transformers ha puesto toda la carne en el asador es en el apartado de los efectos visuales: Autobots y Decepticons nunca han estado en mejor forma que pasados por el tamiz de los efectos digitales. Ahora son más grandes, más fuertes, más rápidos y se transforman como nunca. Además, las peleas entre los lacayos de Megatron y los aliados de Optimus Prime son todo un prodigio de la era digital, especialmente cierta escena en mitad de una autopista que involucra al líder de los Autobots y a Bonecrusher.

En definitiva, y sopesando los pros y los contras, he de decir que Transformers se me antoja como una película muy recomendable para estos días de verano, principalmente porque cumple lo que promete: pura diversión y acción a raudales. Cierto es que adolece de una falta de ritmo importante durante algunas escenas, y que otras sobran completamente por absurdas, pero el conjunto en si queda bastante redondo. Los fans de toda la vida quedarán maravillados por esta nueva versión de sus personajes favoritos, y los entusiastas casuales se engancharán a estos robots que llevan más de 20 años dando guerra en cualquier medio por el que han pasado. Por lo demás un negocio redondo. Tanto es así que ya se habla de una segunda parte...

1 comentario:

ÁREA 51 Cómics dijo...

Siempre digo lo mismo... Al soldado que, al final, se le ocurrió trasladar la batalla del desierto a la ciudad para controlar más la situación, habría que darle una medalla...

Por lo demás, flojita.

Otra cosa, mucho hablar de Megan Fox, pero ¿por qué nadie se acuerda de la informática rubia, que también tenía lo suyo?