El guión de Wanted corre a cargo de Michael Brandt, Derek Haas y Chris Morgan, basándose teóricamente en el cómic homónimo de Mark Millar y J.G. Jones. Y digo teóricamente porque cualquier parecido entre la novela gráfica y el film es pura casualidad. Se ha pasado de una historia violenta y gamberra sobre supervillanos a un soso y predecible cuento sobre una hermandad de asesinos que matan siguiendo el mandato divino de...un telar. Si, como suena. El resto de la película es tan ridículo cómo esta premisa de partida.
El reparto de la cinta se limita a hacer lo que puede con lo que le han dado. Así pues, tenemos a un James McAvoy (Expiación) que cumple sobradamente con el Wesley Gibson pringado de la primera parte del metraje, pero al que el papel de héroe de acción le queda demasiado grande. Junto a él, una Angelina Jolie (Un Corazón Invencible) que evidencia su falta de puntería al elegir papeles y un Morgan Freeman (El Caballero Oscuro) cuyo papel de villano resulta, como poco, desconcertante.
Como suele ocurrir en este tipo de trabajos, su punto fuerte es el apartado técnico. Así, desde el principio se nos ofrece una sucesión de explosiones, persecuciones, tiroteos y fantasmadas varias (la sombra de Matrix es alargada...) muy bien rodadas y con buenos efectos especiales, pero que en absoluto ayudan a que el espectador se introduzca en la (inexistente) historia.
En resumidas cuentas, Wanted es la peor adaptación de un cómic a la gran pantalla en lo que llevamos de año. Con un guión plano y predecible que además se salta a la torera la obra de Millar y Jones, unos efectos especiales tan vistos en otras películas que ya cansan y un reparto totalmente desaprovechado, sólo gustará a aquellos que simplemente busquen una ensalada de tiros y quizás a la legión de fans de Angelina Jolie. Si no encajáis en ninguna de esas dos categorías, os aconsejo encarecidamente que desistáis de verla.
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