Bueno, antes que nada me gustaría, teniendo en cuenta la fecha, desearos un año más una feliz navidad. Y ya de paso, haceros un pequeño regalo en forma de consejo: Evitad ver The Spirit. ¿Que por qué? pues a eso iba...
El gran acierto de The Spirit reside en su apartado técnico, con una fotografía que recuerda poderosamente a la de Sin City aunque con un mayor dinamismo y con una paleta cromática más extensa. Esto, unido a la fusión entre elementos de atrezzo y decorados antiguos y modernos, dota a la película de una atmósfera propia y muy original. Lástima que los elementos narrativos no estén al nivel de los técnicos.
The Spirit, adaptación a la gran pantalla de la archifamosa obra del maestro de la viñeta Will Eisner, ha sido escrita y dirigida por Frank Miller, uno de los escritores más conocidos y admirados del mundo del cómic. Desgraciadamente, dominar el arte secuencial no implica en ningún caso dominar el arte cinematográfico, por lo que Miller, inexperto en estas lides, sólo ha logrado componer una película carente del más mínimo ritmo, donde el uso de la voz en off resulta excesivo y que, a nivel de historia, no tiene ni pies ni cabeza.
El film cuenta con un reparto repleto de actrices bellísimas, como Eva Mendes, Scarlett Johansson, Jaime King o Paz Vega, que por desgracia, y debido al deficiente guión, se convierten en meros floreros. Ni siquiera el protagonista de la cinta, Gabriel Macht, consigue elevar el nivel, ya que pese a ser técnicamente correcta, su interpretación no consigue calar en el espectador. Si hubiera que destacar un nombre de entre el extenso elenco, ese sería el de Samuel L. Jackson, que oscila entre lo cómico y lo escalofriante con su Octopus.
El gran acierto de The Spirit reside en su apartado técnico, con una fotografía que recuerda poderosamente a la de Sin City aunque con un mayor dinamismo y con una paleta cromática más extensa. Esto, unido a la fusión entre elementos de atrezzo y decorados antiguos y modernos, dota a la película de una atmósfera propia y muy original. Lástima que los elementos narrativos no estén al nivel de los técnicos.
Así pues, The Spirit se revela como una película de buena factura pero argumentalmente pobre, con diálogos de chiste y actuaciones mediocres, que dificilmente gustará incluso al espectador menos exigente. El viejo dicho "quien mucho abarca, poco aprieta" nunca ha resultado tan acertado como en el caso del señor Miller, que debería dejar de lado cuanto antes el mundo del cine y centrase en sus cómics. Menudo añito llevamos...
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