viernes, 21 de diciembre de 2007

Crítica: Soy Leyenda

De la mano del director Francis Lawrence nos llega Soy Leyenda, enésima adaptación de la novela homónima de Richard Matheson. El film llega precedido de unas cifras de escandalo en EE.UU. y ciertamente las colas para ver la película eran de órdago. Ahora bien, ¿realmente es para tanto? Pasen y vean:

Soy Leyenda no es una adaptación al uso. Se podría decir más bien que está inspirada en la obra de Matheson, dado que las diferencias entre ambas (en las que no entraré para no spoilear a nadie) son más que evidentes. Esto, lejos de ser una desventaja, se convierte en un gran acierto, ya que de esta forma se aleja de las anteriores adaptaciones y puede ser valorada como una película totalmente original e independiente.

El guión, obra de Mark Protosevich y Akiva Goldsman, no da un momento de respiro. Y es que en poco más de hora y media tenemos momentos de terror, emoción, tristeza, acción e incluso humor, lo cuál tiene bastante merito teniendo en cuenta que la cantidad de personajes es, como poco, muy limitada.

En cuanto a la dirección, Francis Lawrence hace un trabajo más que notable. Al igual que en su anterior película, Constantine, hace bastante uso de los juegos de luces y sombras para impregnar cada fotograma de la tensa atmósfera en la que se desenvuelve el protagonista. También se vale de los clásicos sustos que te hacen saltar de la butaca, y aunque el film no sea en si mismo terrorífico, hay escenas que realmente meten miedo en el cuerpo. Ahora bien, si Constantine contenía algunas escenas que resultaban algo confusas por como estaban rodadas, Soy Leyenda carece completamente de ellas, haciendo que todo el metraje resulte claro y conciso.

La interpretación del film resulta una grata sorpresa: Si alguien esperaba ver a Will Smith soltando chistes y frases chulas a diestro y siniestro como si la película fuera una especie de Independence Day pero con zombies, se ha equivocado completamente. Smith se pone a la altura de las circunstancias y ofrece una de sus mejores interpretaciones como Robert Neville, llevando completamente solo el peso de toda la película y realmente bordando la psique atormentada y desgastada de un hombre que ha pasado tres años de su vida completamente desprovisto de contacto humano. En cuanto al resto del reparto, nada especialmente destacable salvo el ínfimo papel de Emma Thompson como la doctora responsable de la creación del virus que tantos quebraderos de cabeza da a Neville.

Otro punto a favor de Soy Leyenda recae en sus efectos especiales. Espectacular y estremecedora resulta la estampa de una Nueva York completamente desolada, donde la naturaleza a vuelto a abrirse camino y en cuyas calles campan a sus anchas ciervos, leones y demás fauna. En cuanto a los monstruos, los afectados por el virus, decir que dan bastante más miedo en las escenas más sombrías, ya que al verlos con mayor detalle se percibe que no están del todo logrados. Sin embargo, sus movimientos resultan muy fluidos y espectaculares, lo cual hace que el resultado final sea bastante bueno.

En resumidas cuentas, solo decir que tras sonados batacazos como Spider-Man 3, da gusto ver que no todo está perdido en el cine de temática friki, ya que Soy Leyenda, lejos de cualquier pretensión, logra entretener e incluso entusiasmar con un argumento que, aunque fantástico, resulta bastante lógico y plausible, y eso en los tiempos que corren es decir mucho. Queda pues totalmente recomendada.

Nota: Soy Leyenda contiene pequeñas píldoras en forma de carteles que entusiasmarán al espectador más friki. En las escenas del videoclub podemos ver carteles de las supuestas películas de Green Lantern y Teen Titans, pero por encima de todo, tenemos el supercartelazo de Superman/Batman que adorna la secuencia introductoria del film. Pequeños detalles que tocan el corazoncito de este humilde seguidor de DC...

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