Es de suponer que, como todo hijo de vecino, hoy cenaréis en familia, en compañía de gente a la que sólo veis en estos días y de primos y tíos pesados que sólo saben preguntar si tienes novio/a y decirte lo grande que estás, a pesar de que ya lleves 3 años midiendo lo mismo. Pero da igual, porque es navidad y hay que tragar. Después de todo, lo mejor de estas fiestas es que son sólo una vez al año. Bueno, eso y los regalos, que entre esta noche y la de Reyes, nos ponemos finos.
Ahora, sólo me queda felicitar a los que os gusta la Navidad con un sentido "¡Felices Fiestas!", y a los que no soportáis esta época del año donde el consumismo y la hipocresía campan a sus anchas, "¡Aguantad!" porque después de todo quedan dos semanitas de nada mal contadas para que se acabe. Además, si no existiera la Navidad, que mes más soso sería diciembre...
Y para haceros un poco más amenos estos días navideños, os dejo con el tradicional y emotivo cuento que capta perfectamente toda la esencia de esta época, Lobo: Navidades Paramilitares. Que lo disfrutéis.
Como dice la canción: ¡Feliz Navidad, feliz Navidad, próspero año y felicidad!
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