La nueva película de Christopher Nolan ha llegado a las pantallas españolas, y a pesar de lo que se ha hecho esperar, a valido la pena.Es una historia sobre dos magos, pero no sobre trucos de magia (estos aparecen relegados a un segundo plano). La cinta versa sobre sus vidas, sobre la obsesión de estos dos hombres por ser el mejor mago de la historia, y como ese deseo les lleva durante todo el metraje por un camino tortuoso lleno de traiciones y juego sucio, muy sucio. Lo mejor de la cinta resulta ser el final, que desde un primer momento crees poder intuir, pero que a pesar de resultar quizás un poco forzado, sorprende y convence.
En cuanto al reparto, Nolan vuelve a recuperar a Christian Bale y a Michael Caine, a quienes se unen Hugh Jackman y Scarlett Johansson. Todos ellos realizan magnificas interpretaciones. Especial mención merece en este apartado Hugh Jackman, que hace doblete y es capaz de interpretar a dos personajes físicamente muy parecidos, pero totalmente dispares en cuanto a su carácter.
La dirección de Christopher Nolan, sobervia. Buenos encuadres, luces bien escogidas y escenas bien sincronizadas. Ha depurado sus movimientos de cámara, consiguiendo evitar aquellas escenas algo confusas que lastraban el resultado final de filmes anteriores como Insomnia o Batman Begins. Es sin duda alguna uno de los mejores directores del Hollywood actual.
En definitiva, una pelicula bastante redonda, que no se hace larga en ningún momento y que demuestra sin duda la calidad interpretativa del dúo protagonista más allá de sus papeles superheroicos. Si hay un film que merezca la pena en este momento en cartel, es este.
Ahora espero con aún más ansiedad el próximo trabajo de Nolan: The Dark Knight...
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